En el post anterior expliqué que para tener una buena autoestima hemos de darnos amor (primer paso) y mantener dicho amor dentro de nosotros (segundo paso).
Para entender la importancia de este proceso ayudémonos de la imaginación.
De manera simbólica imaginemos que el amor que nos damos se deposita dentro de un recipiente situado en el corazón.
Para entender la importancia de este proceso ayudémonos de la imaginación.
De manera simbólica imaginemos que el amor que nos damos se deposita dentro de un recipiente situado en el corazón.
Este recipiente, a su vez, está sujeto por unos pilares cuya función es impedir que vuelque y se derrame todo el amor que hemos almacenado (las personas que han aprendido a darse amor y a quererse tendrán este recipiente maravillosamente lleno, ¡primer paso cumplido!).
Ahora bien, ¿qué ocurre si, por más que llenemos y llenemos nuestro recipiente de amor, los pilares se vinieran a bajo a la mínima de cambio?
Evidentemente el amor se escapará y habrá fugas de amor propio. Con lo que te pasarás el resto de tu vida sintiendo que estás haciendo malabares y tremendos esfuerzos por tener y mantener una autoestima óptima en las diferentes situaciones de tu vida.
Como ya habréis deducido estos pilares (de los cuales hablaré detalladamente en los siguientes posts) sostienen nuestra autoestima en perfecto equilibrio, estabilidad y armonía. Es decir, son las herramientas que harán que nuestra autoestima se vuelva sólida y duradera.
Por ello es tan importante la segunda labor (la de los pilares): Mantener este amor dentro de nosotros o dicho de otra forma, fortalecer los pilares para que el amor que nos damos se quede bien afianzado dentro de nosotros y se vuelva fuerte y estable.
Bien explicaooooooooooo! jejejeje. Un besote "bloguera"!!!
ResponderEliminar