Antes de continuar escribiendo acerca de los pilares me gustaría hacer una aclaración sobre cómo han de entenderse dentro del proceso de la autoestima.
La autoestima no es el conjunto de pilares. Sino que los
pilares son las herramientas, las guías que te conducen hacia una verdadera
autoestima. Me gustaría clarificar que el verdadero objetivo no es dominar estos pilares y quedarte en ellos, sino que, el objetivo
final es alcanzar una auténtica autoestima a través de estos pilares.
Es como
cruzar un puente para llegar a un lugar mejor. Los pilares son los puentes. Hay
que trabajarlos, interiorizarlos, pero una vez aprendidos ya no serán necesarios.
Una vez alcanzada la verdadera autoestima ya no habrá necesidad de retroceder
hacia el puente.
La verdadera autoestima, la que hay que desarrollar y
potenciar es la del AMOR PURO e INCONDICIONAL hacia uno mismo. ¿Y por qué digo
puro? Porque en la pureza TODO ES LIMPIO. Es un amor que no está manchado ni
salpicado de Ego, Prepotencia o Pretensiones.
Hay que alcanzar una AMOR HUMILDE, SINCERO y LLANO QUE NOS
HAGA SENTIR ESPECIALES Y ÚNICOS pero a la vez sin caer en la trampa de sentirnos
superiores o mejores que otros.