LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS AUTOMÁTICOS, LOS ENEMIGOS DE LA AUTOESTIMA SALUDABLE

Uno de los factores que más nos afecta a la hora de tener una autoestima saludable es la manera que tenemos de pensar acerca de nosotros mismos. Podemos tener pensamientos destructivos (que nos hundirán) o pensamientos constructivos (que nos impulsarán a ser cada vez mejores y a seguir creciendo).

La forma que tenemos de pensar condiciona nuestra vida: si lo que pensamos de nosotros mismos es negativo nos sentiremos insignificantes y con poca valía personal y esto afectará a nuestra actitud ante la vida, a nuestras elecciones y a al rumbo que tomemos en muchas áreas (profesional, personal, afectiva...). 

Hay que ponerle freno a esta forma de pensar ("No valgo para nada", "No voy a ser capaz de alcanzar mis objetivos", "Nunca se fijarán en mí"...) de lo contrario  se asienta en nuestra mente  y nos asalta diciéndonos que realmente no valemos nada, que no seremos nunca capaces de algo mejor y que nadie llegará a querernos. 

Cuando nos hemos repetido hasta la saciedad estos pensamientos terminamos por creérnoslos. En este momento el pensamiento ha cogido fuerza y aparece sin que queramos. A esto se le llama PENSAMIENTOS NEGATIVOS AUTOMÁTICOS (PAN). Surgen de manera involuntaria sin poder retenerlos.

Obviamente, esta forma de pensar no es sana, es destructiva y nos limita en la vida. Por ello es tan importante aprender a pensar bien de uno mismo, tratar de tener confianza en nosotros y no tirarnos por tierra. Ser nuestros mejores amigos, nuestros aliados y cuidar de nosotros.

Las personas con una autoestima baja, por tanto, miran su reflejo a través de espejos falsos: pensamientos sobre sí mismos que no son reales pero que arrastran y aceptan como auténticos.

¿Os suenan expresiones como estas?: "Soy lo peor", "Con lo torpe que soy seguro que fracaso", "Si fuera más alto/a se fijarían más en mi", “No soy lo suficientemente bueno/a"...

En otras ocasiones son otras personas las que nos ponen una etiqueta perniciosa, no las creáis. Porque la crítica siempre ha de tener el objetivo de mejorar al otro, nunca de menospreciarlo.

Todas estas etiquetas negativas que nos ponen o nos ponemos tienen un efecto de infravaloración, es decir, de quitarnos valía personal. Lo que se traduce en sufrimiento y baja autoestima. Y es una lástima porque con esta forma de pensar siempre salimos perdiendo, sintiéndonos menos que otras personas e infravalorándonos.

Por tanto, es de vital importancia que reevaluemos lo que pensamos sobre nosotros y que empecemos a hacer limpieza en el cajón de nuestra mente. 

Tira todo pensamiento que no te sirva, que te haga sentir mal y sustitúyelo por otro que sí te haga sentir bien. Un ejemplo sería este: en lugar de pensar que nunca alcanzarás tus objetivos podrías pensar lo siguiente "Sé que si me esfuerzo y pongo todo de mi parte estaré cada día más cerca de conquistar mis metas". Practícalo tantas veces sean necesarias hasta que sientas un cambio en tu forma de pensar.

Pensad bien si realmente lo que os decís a vosotros mismos o lo que os dicen otras personas es real.

No le deis fuerza ni poder a ningún pensamiento que os hunda o anule.  Romped con estos pensamientos y demostraros a vosotros mismos que no son reales. 

Sin luchar, simplemente siendo vosotros mismo, reafirmándoos en aquellos pensamientos que de verdad os sacan una sonrisa, te llevan a reconciliarte contigo mismo y te hacen sentir bien. Si hacéis esto veréis como la antigua forma de pensar pierde fuerza y por sí misma cae, a la vez que  se va sustituyendo por un nuevo pensamiento mucho más sano y acertado.

Tú eres mucho más, sólo has de ir descubriéndote, reafirmándote y dándole fuerza a tu verdadera identidad. 

FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE LA AUTOESTIMA

Hasta ahora en el blog me he centrado principalmente en definir qué es la autoestima (ya sabeis que es amarse incondicionalmente) y en cómo mejorarla. Sin embargo, también es útil e importante saber qué cosas juegan en contra de nuestra autoestima, qué actitudes, creencias, pensamientos bloquean el amor hacia uno mismo.

Este es un pequeño cuadro resumen de las herramientas y actitudes que potencian la autoestima.

Y esto es de lo que voy a hablar de ahora en adelante, lo que nos impide tener una buena autoestima: 

LA BAJA AUTOESTIMA Y SUS CARACTERÍSTICAS

Una de las características de las personas con baja autoestima es que son más pasivas que las que tienen una buena autoestima. Les cuesta más tener iniciativas a todos los niveles: laboral, académico, sentimental, familiar, de ocio... Esa falta de iniciativa hace que dejen pasar la vida ante sus ojos (en mayor o menor medida) sin autorrealizarse, sin expandirse y crecer al máximo exponente.

Estas personas no confían en sus cualidades y capacidades, y sin embargo, agrandan y ensalzan las cualidades y habilidades de los demás. He de decir que el pensar que los demás son mejores que uno mismo es una forma de infravalorarse, de no quererse. La verdadera autoestima te hace sentir al mismo nivel que los demás, ni por encima ni por debajo. Te permite apreciar las virtudes de otros y a la vez las tuyas propias. Te reconcilia contigo mismo, y por tanto, con el mundo.

Las personas que se quieren poco no confían en sí mismos y creen erróneamente que no pueden o no van a saber hacer algo nuevo y no se arriesgan a probar. 

Así están reforzando su baja autoestima. Van creando una visión limitada y empobrecida de sí mismos que terminan creyéndose. Lo que en psicología se conoce como un autoconcepto negativo. Pero esto no es real. Todas las personas con baja autoestima son mucho más de lo que creen ser.

Es como la pescadilla que se muerde la cola. Con los pensamiento "No puedo", "No soy capaz", ya se predisponen a no probar algo nuevo y están creando la situación perfecta para confirmar su hipótesis acerca de sí mismos: que no pueden, que son poca cosa y que seguramente habrá alguien que lo sepa hacer mejor que ellos.. (aunque sí que tengan las habilidades y herramientas para abarcar esa tarea).

Esta falta de confianza les influye en su estilo de vida, en las decisiones que toman, en definitiva en sí mismos y todo lo que tenga que ver son su vida y su autorrealización.

Pero si miramos realmente dentro de nosotros mismos, si queremos realmente sacar toda nuestra belleza no nos queda más remedio que tan sólo probar, intentar, confiar más en nosotros mismos,  apostar por quienes somos aunque sea un poco y haciendo esto un día y otro y otro ya estamos contribuyendo a un cambio positivo y saludable en nuestra autoestima. Si miras en tu interior descubrirás que hay mucho más.

La vida es para experimentar, crecer y probar. Amémonos pues y construyámonos de la mejor manera posible apostando por nosotros (vése el post "El segundo pilar de la autoestima: aprendiendo a apostar por tí"), siendo fieles reflejos de nuestras capacidades y dándonos ese autoapoyo necesario para avanzar y superarnos. Tú eres tu mejor guía y tu mejor maestro. Coge fuerzas y atrévete a caminar. Pero sobre todo... Nunca dejes de quererte.

REFLEXIONES...

La autoestima va más allá de gestos amables y generosos hacia nosotros mismos. Va más allá de regalarnos un día algo que nos gusta para sentirnos mejor. Querernos implica mucho más que una acción positiva hacia uno mismo. Es cierto que tener detalles positivos con nosotros mismos reconforta nuestro ánimo, nos alegra y nos saca una sonrisa. Pero la verdadera autoestima es mucho más. Se trata de una actitud interna constante. Un sentimiento real hacia nosotros mismos de amor tan fuerte y tan grande que nos acoja y nos acompañe incluso en los momentos más difíciles, arropándonos y haciéndonos sentir internamente felices y queridos. 

Se trata, pues de crear efectivamente un vínculo de amor contigo mismo al igual que haces con tus seres queridos (padres, herman@s, parejas, amig@s...). No se puede palpar, pero ahí está. Amor en estado puro que somos capaces de regalar y entregar a los que queremos con todo nuestro ser. Ese es el amor que tenemos que conseguir proyectar hacia nosotros mismos para convertirnos así en nuestros mejores aliados. 

Si haces esto verás como tus pensamientos acerca de ti mismo y tu discurso mental cambian sin que te des cuenta por pensamientos más optimistas y positivos. Verás cómo al cambiar tu forma de pensar obtienes un estado de ánimo más alegre y vital, que a su vez, hará que aflore de ti lo mejor que llevas dentro. Te permitirás ser la persona que siempre has querido ser: tú mismo.

Ámate y nunca dejes de quererte.

LA FUNCIÓN DE LOS PILARES EN EL CAMINO HACIA LA AUTOESTIMA

Antes de continuar escribiendo acerca de los pilares me gustaría hacer una aclaración sobre cómo han de entenderse dentro del proceso de la autoestima.

La autoestima no es el conjunto de pilares. Sino que los pilares son las herramientas, las guías que te conducen hacia una verdadera autoestima.  Me gustaría clarificar que el verdadero objetivo no es dominar estos pilares y quedarte en ellos, sino que, el objetivo final es alcanzar una auténtica autoestima a través de estos pilares.

Es como cruzar un puente para llegar a un lugar mejor. Los pilares son los puentes. Hay que trabajarlos, interiorizarlos, pero una vez aprendidos ya no serán necesarios. Una vez alcanzada la verdadera autoestima ya no habrá necesidad de retroceder hacia el puente. 

La verdadera autoestima, la que hay que desarrollar y potenciar es la del AMOR PURO e INCONDICIONAL hacia uno mismo. ¿Y por qué digo puro? Porque en la pureza TODO ES LIMPIO. Es un amor que no está manchado ni salpicado de Ego, Prepotencia o Pretensiones.

Hay que alcanzar una AMOR HUMILDE, SINCERO y LLANO QUE NOS HAGA SENTIR ESPECIALES Y ÚNICOS pero a la vez sin caer en la trampa de sentirnos superiores o mejores que otros.

Los pilares van ayudarnos a trabajar precisamente las cosas que impiden que nos amemos limpiamente, va a ayudarnos a trabajar el interior, los miedos, los bloqueos, las inseguridades y todo lo que nos aparta del auténtico sentimiento de amor hacia uno mism@.