Es pensar siempre bien de uno mismo, es decir, no auto sabotearse con pensamientos que puedan herirte o devaluarte.
En lugar de pensamientos pesimistas, derrotistas y negativos hacia uno, hay que intentar mirar, ver y entrar en contacto con las cosas buenas que tenemos porque son las verdaderamente importantes.
Reafirmarnos en las cualidades bonitas que nos hacen ser quienes somos para que vayan cogiendo fuerza en nuestro interior y se afiancen en nuestra mente con fuerza otorgándonos seguridad en nosotros mismos y sentimiento de valía.
Y en ese autoconocimiento y aceptación incondicional sentirás que nadie puede manipularte, que las opiniones y juicios ajenos no consiguen que te tambalees ni te confundan repecto a quién eres.
Esto ocurre cuando, tras amarte y afianzarte en la persona que sientes que eres, le das más credibilidad a tus opiniones y creencias que a las ajenas.